Festival Coca Cola Flow Fest 2025 coloca a las mujeres al frente de la música urbana

• Young Miko, Bad Gyal, María Becerra y talentos mexicanos como Bellakath y Sayuri lideran un cartel que consolida el poder femenino en la escena urbana latinoamericana.
Staff | Revista TMX | Ciudad de México
Ciudad de México.- La fuerza femenina domina la música urbana y el Coca-Cola Flow Fest 2025 lo confirma. En una escena marcada por el ritmo, la autenticidad y la narrativa de barrio, las mujeres han dejado de ser invitadas para convertirse en protagonistas. Este año, el festival producido por OCESA y presentado por Coca-Cola apuesta de manera clara por el liderazgo femenino en un movimiento cultural que cruza fronteras.
El line up reúne a referentes globales como Young Miko, Bad Gyal y María Becerra, además de talentos mexicanos en ascenso como Bellakath, Cachirula, Sayuri y Sopholov. Un cartel que evidencia una transformación irreversible: el reggaetón, trap, dembow, drill y las nuevas fusiones urbanas ya no pertenecen a un solo discurso; hoy las mujeres reescriben sus códigos, cuestionan la narrativa y enriquecen el género con nuevas identidades y visiones.
La música urbana nació como resistencia y relato social. Hoy, ese relato se nutre del empoderamiento femenino que enfrenta estigmas, derriba estereotipos y redefine la cultura pop latinoamericana. El Flow Fest, desde su llegada a México, ha sido motor de esta transición, dando espacio a voces emergentes y consolidando a México como uno de los centros creativos más influyentes de la región.
Con más de cien artistas programados, la edición 2025 aspira a ser más que un festival: un testimonio musical de una revolución cultural liderada por mujeres. Una revolución que cruza los estudios, las plataformas digitales y los escenarios, y que conecta con una generación que encuentra en la música una declaración de identidad y libertad.
El próximo 22 y 23 de noviembre, cuando el Autódromo Hermanos Rodríguez coree cada verso, no solo se celebrará un género. Se celebrará a quienes cambiaron la historia del movimiento y a quienes hoy toman el micrófono sin pedir permiso.


 
																			 
																			 
																			




